El uso predominante del papel higiénico en el mundo es una práctica generalizada para la higiene personal después de usar el baño. Sin embargo, aproximadamente entre un 70% y 75% de la población mundial, que equivale a unos 4.000 millones de personas, opta por una alternativa.
En países altamente tecnológicos como Japón o Singapur, es común encontrar inodoros equipados con un sistema de lavado incorporado, similar a un bidet.
Las toallitas húmedas ganaron terreno como alternativa en el cuidado personal. Estas toallitas, que inicialmente se utilizaban para la limpieza infantil, ahora se comercializan con diversas variedades: naturales, con aloe vera o jabón neutro, prometiendo mantener la higiene y salud.
A pesar de su conveniencia, los expertos desaconsejan su uso regular debido a posibles efectos adversos a largo plazo en la piel sensible de la zona.
¿Cuáles son los efectos adversos de limpiarse regularmente con toallitas húmedas?
Muchos pacientes que las utilizan de manera habitual sufren consecuencias negativas para la piel y la salud en general. A continuación algunos ejemplos.
Irritación de la piel: los perfumes y otros químicos presentes en las toallitas húmedas perfumadas pueden causar irritación en la piel sensible alrededor del área anal. Esto puede manifestarse como enrojecimiento, picor, o incluso dermatitis perianal.
Desbalance del pH: los productos químicos en las toallitas pueden alterar el pH natural de la piel en la zona anal. Esto puede hacer que la piel sea más propensa a infecciones por hongos u bacterias.
Alergias y sensibilidades: los perfumes y otros aditivos pueden desencadenar reacciones alérgicas o sensibilidades en algunas personas, lo que agrava la irritación y el malestar.
Daño a largo plazo: el uso continuo de toallitas húmedas perfumadas puede comprometer la salud general de la piel en esa área, llevando a problemas crónicos como sequedad, descamación, o incluso daños en la barrera cutánea.
Impacto ambiental: además de los riesgos para la salud personal, las toallitas húmedas perfumadas son generalmente no biodegradables y pueden causar obstrucciones en las tuberías y problemas en las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Si bien pueden ser útiles en situaciones específicas, como después de cirugías o durante enfermedades, la recomendación principal de los especialistas sigue siendo utilizar solo agua sin aditivos ni perfumes que puedan irritar.
Papel vs. agua: ¿qué dice la ciencia?
Un estudio reciente, publicado en el Journal of Water Health, reveló que las personas que utilizan agua para la limpieza después de usar el baño tienen significativamente menos virus y bacterias en comparación con aquellos que usan papel higiénico.
La diferencia puede ser de hasta 10 a 11 veces menos bacterias y virus.
Además, según un artículo en la revista académica The Royal College of Surgeons of England, una de las primeras recomendaciones para tratar molestias en la zona es reemplazar el papel higiénico por el uso de agua corriente.
¿Cuáles son las consecuencias de usar papel higiénico regularmente?
Irritación y abrasión: el papel higiénico puede causar irritación en la piel sensible debido a su textura áspera, especialmente si se usa con frecuencia o con demasiada fuerza.
Hemorroides: el uso excesivo o inadecuado del papel higiénico puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de las hemorroides debido a la fricción constante.
No es eficaz para una limpieza completa: el papel higiénico solo limpia superficialmente y no elimina eficazmente todas las bacterias y gérmenes, lo que puede ser un problema para la salud gastrointestinal y de la piel.
Por otro lado, el papel higiénico puede contener sustancias conocidas como «químicos eternos tóxicos» (PFAs o sustancias per- y polifluoralquiladas), como se explica en Environmental Science & Technology Letters.
Esta revelación plantea interrogantes sobre la seguridad y los efectos a largo plazo del uso del papel higiénico en comparación con métodos más naturales y eficaces como el agua.
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