MARTES, 18 de diciembre 2018.- Distintas prácticas veraniegas como el buceo o la natación dañan silenciosamente los dientes, dejando consecuencias graves sobre nuestra boca.
“Uno de los problemas más comunes en mis pacientes es que cuando se van de vacaciones, al cambiar su rutina, se olvidan de cepillarse los dientes durante el día.
La mayoría está acostumbrado a higienizar su boca después de almorzar en la oficina o en su casa, pero cuando están recorriendo otros lugares o en la playa, pasan por alto la importancia de este hábito”, asegura la odontóloga consultada por Sunstar GUM, Lucía Benites. “Es crucial llevar siempre en la mochila un kit de cepillo y pasta dental para lavar los dientes por lo menos tres veces al día”, agrega Benites.
A su vez, hay ciertas actividades vacacionales que pueden perjudicar gravemente los dientes. Una de ellas, y muy frecuente en los viajeros, es la natación. En este sentido, el cloro de las piscinas afecta al esmalte dental y a la salud bucodental.
“Cuando una persona no es nadadora profesional y va a la pileta, normalmente se baña durante poco tiempo. Esta exposición al cloro no es suficiente para dañar notoriamente los dientes, pero aún así, es recomendable cepillarlos con un dentífrico fluorado para mitigar la acidez del cloro y protegerlos”, afirma la especialista.
El buceo también puede tener efectos negativos sobre la salud bucodental, al haber un gran cambio de presión al sumergir el cuerpo bajo el agua. En este contexto, el submarinista podría sufrir un dolor agudo en una o varias piezas dentales simultáneamente cuando la presión atmosférica cambia de forma brusca y el tejido pulpar de los dientes (confirmado por los nervios que se encuentran en el interior de cada pieza) no puede adaptarse a ese cambio. Esta presión afecta cuando hay dientes dañados por caries, arreglos provisorios o una enfermedad periodontal.
El peligro radica en que, si el dolor es muy fuerte, la persona podría tener una pérdida de consciencia. “Antes de estas actividades submarinas, es necesario visitar al odontólogo; profesional que podrá tomar los recaudos necesarios para cuidar los dientes”, comenta Lucía Benites.
Finalmente, resulta importante mantener el cuerpo siempre hidratado, ya que las altas temperaturas reducen la generación de saliva, elemento esencial para proteger la salud dental. Por este motivo, se aconseja tomar dos litros de agua por día y consumir alimentos como frutas y verduras, que son bajas en azúcar y bien hidratantes.
Comentario de Facebook