MARTES, 2 de abril 2019.- La gran mayoría de métodos anticonceptivos son diseñados hacia el público femenino. Los hombres disponen de un abanico de opciones mucho más reducido en el que los dos alternativas más populares son el preservativo y la vasectomía.
Sin embargo, la ciencia ya trabaja para conseguir la igualdad de género también en este terreno. El anticonceptivo oral masculino experimental se llama por el momento «dodecilcarbonato de 11-beta-metil-19-nortestosterona» u 11-beta-MNTDC y en aproximadamente diez años estaría disponible para los hombres.
Este es el pronóstico que realizó la directora asociada del Instituto de Investigación Biomédica de Los Angeles (LA BioMed) e investigadora principal del estudio de la píldora anticonceptiva masculina ’11-beta-MNTDC’, Christina Wang.
Este fármaco pasó las pruebas de seguridad y tolerancia con hombres sanos que la usaron cada día por un mes, con respuestas hormonales compatibles con una anticoncepción efectiva, según comprobaron LA BioMed y la Universidad de Washington (Seattle). Los resultados fueron presentados el mes pasado en el encuentro anual de la Sociedad Endocrina estadounidense que tuvo lugar en Nueva Orleans.
Este anticonceptivo es una testosterona modificada que tiene un efecto combinado de una hormona masculina (andrógeno) y la progesterona. «Nuestros resultados sugieren que esta píldora, que combina dos actividades hormonales en una, disminuirá la producción de esperma al mismo tiempo que preserva la libido», señaló la investigadora.
La investigación sigue en la primera fase de tres pero se obtuvieron muy buenos resultados con los 40 participantes. Diez de ellos recibió un placebo y los otros treinta tomaron 11-beta-MNTDC en dos dosis diferentes: 14 varones recibieron 200 miligramos y 16 de ellos 400 miligramos. Consumieron una píldora por jornada durante 28 días.
Los varones que tomaron el anticonceptivo vieron reducido su nivel promedio de testosterona circulante al equivalente a ser estéril. No hubo efectos secundarios adversos graves pero sí se presentaron algunas molestias leves por algunos de ellos, como cansancio, dolores de cabeza o acné. Cinco de los sujetos reportaron una pequeña disminución en la libido y dos una disfunción eréctil leve, aunque ninguno de ellos redujo su actividad sexual normal.
Todos los efectos secundarios leves desaparecieron en el momento en el que se finalizó el tratamiento, es decir, que por el momento no se detectaron secuelas de usar el fármaco.
No obstante, si se tiene en cuenta que el producto tardaría entre 60 y 90 días en afectar la producción de esperma, el estudio que se realizó de 28 de duración es demasiado corto para observar resultados contundentes y se requieren investigaciones más extensas.
Wang se mostró optimista en que se va a avanzar hacia un fármaco capaz de suprimir la producción del esperma y que ese efecto sea reversible en cualquier momento porque el 11-beta-MNTDC no es el único anticonceptivo masculino en el que se está trabajando.También se investiga el undecanoato de dimetandrolona o DMAU que está siendo probado por el mismo equipo de investigación.
«El objetivo es encontrar el compuesto que tenga menos efectos secundarios y sea el más efectivo. Estamos desarrollando dos medicamentos orales en paralelo en un intento por hacer avanzar el campo”, Stephanie Page, investigadora adjunta y profesora de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
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