LUNES, 11 de febrero 2019.- Pablo Blanco y Liliana Martínez Allende, por estos días comienzan a realizar movimientos acrobáticos para lograr armar un plan que les permita sobrevivir a las elecciones 2019, ya que cuatro años atrás en un mejor escenario la Unión Cívica Radical obtuvo 5.223 votos, el 5,91% de los votos.

Con la imagen negativa de Mauricio Macri, el formato de Cambiemos parece no ser una buena herramienta electoral, por lo cual Blanco y Martínez Allende de Vernet, pretenden utilizar el sello de la UCR y a Federico Sciurano como mascarón de proa para no seguir perdiendo espacio en la Legislatura y en los Concejos Deliberantes.

Pablo Blanco al igual que Martínez Allende de Vernet no piensan irse a su casas, ya que es muy «jugosa la legislatura» y en todo caso Blanco solo se desatornillaría de la banca de legislador, si logra garantizarse la candidatura a Senador, aunque con dudas, porque si Macri sigue en las encuestas por el piso, Cambiemos perdería una banca en Diputados, y el kirchnerismo obtendría dos bancas de senadores y dos de diputados nacionales, restando una banca en el senado y en diputados para quien obtenga el segundo lugar.

Los radicales están desesperados, y a punto de entrar en pánico, ya que a principio de la gestión pensaban que la imagen de Mauricio iba a mejorar con la obra pública prometida por Frigerio y el mejoramiento de la economía real de los fueguinos. Sucedió todo lo contrario.

Por estos días los radicales saben que el sello de Cambiemos no los beneficia, por el contrario es una mochila de plomo.

Blanco tiene que hacer malavarismo, entre sus negocios en la legislatura, su relación carnal con el gobierno de Bertone, y sus aspiraciones personales de continuar en la legislatura o migrar al Senado. Con la imagen de Mauricio Macri por el suelo, el plan salvador sería, volver al sello de la UCR y la lista 3, bajar el cuadro de Frigerio y Mauricio, subir el cuadro de Alfonsín y poner a Sciurano como candidato a gobernador.

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