LUNES, 11 de marzo 2019.- Para los rescatistas, fueron cinco horas de trabajo angustiante y a contrarreloj. Pero todos sus esfuerzos valieron la pena, consiguieron sacar con vida de un desagüe pluvial a una beba recién nacida que había sido arrojada allí por su madre.
El caso ocurrió e en un barrio de la ciudad de Durban, en Sudáfrica.
El llanto de la pequeña alertó a un vecino, Iyron Lovedale, quien al principio pensó que se trataba de un gatito atrapado. Era poco más de la seis de la mañana del lunes cuando llamó a los rescatistas. El hombre se quedó en el lugar hasta que lograran sacar a la beba, según contó a la Radio East coast.
«Estoy muy feliz de que la hayan salvado. Espero que alguien la pueda adoptar», se esperanzó.
Para salvar a la criatura, los rescatistas excavaron un profundo pozo y tuvieron que cortar la tubería. Cuando lograron extraerla, fueron aplaudidos por los vecinos del barrio.
La pequeña, que tiene entre uno y tres días según los servicios médicos, sufrió de hipotermia y golpes. Está fuera de peligro y se recupera en un hospital de la ciudad.
Según medios locales, los vecinos la nombraron Sibanisethu, lo que significa «nuestro rayo de luz». Mientras, las autoridades buscan a sus padres.
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