JUEVES, 16 de noviembre 2017.- Un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), presentaron el ARG -Automatic Regulation of Glucose-, un algoritmo que comanda la bomba de infusión de insulina en personas con diabetes tipo 1.
El mismo consiste en un sistema de control automático que realiza las funciones del páncreas para regular los niveles de glucosa en la sangre, aunque se encuentra en una fase experimental.
El proyecto fue realizado en conjunto con investigadores médicos del Hospital Italiano de Buenos Aires y un asesor médico del Centro Tecnológico para la Diabetes de la Universidad de Virginia, Daniel Chernavvsky.
En la presentación, llevada a cabo en el Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA), se dieron a conocer los resultados de las pruebas clínicas de cinco pacientes argentinos -mujeres y hombres adultos- que estuvieron 36 horas internados en el Hospital Italiano en junio de este año.
“Pudieron desentenderse de la enfermedad ya que el algoritmo tomó las riendas e hizo la regulación de la glucosa. Los pacientes mantuvieron los niveles de glucosa dentro de un rango aceptable durante las 36 horas en que se probó el páncreas artificial”, expresó el director del proyecto, Ricardo Sánchez Peña, investigador principal del CONICET, quien se desempeña además como Director del Departamento de Investigación y Doctorado del ITBA–.
El sistema inyecta automáticamente la cantidad de insulina que la persona necesita en cada momento. Se compone de un sensor continuo de glucosa, una bomba de infusión subcutánea de insulina y un Smartphone, en el cual se programa el algoritmo diseñado por los investigadores argentinos.
“Lo que faltaba era un sistema que conecte el monitor de glucosa con la bomba de insulina, que es el trabajo que realiza comúnmente el paciente durante todo el día: calcula la cantidad de insulina que se tiene que inyectar de acuerdo a sus niveles de glucosa y actividad. Lo que reemplaza a este proceso es el páncreas artificial”, señaló el doctor Sánchez Peña.
“Poder alcanzar que el paciente no tenga que tomar decisiones para tenerlo en control es el gran avance que nos da el páncreas artificial. Este desarrollo se hizo en forma clínica por primera vez en Latinoamérica”, expresó el doctor Luis Grosembacher, Investigador Clínico Principal del Hospital Italiano.
Cabe mencionar que el análisis periódico con el médico de cabecera sigue siendo esencial, de ninguna manera el páncreas artificial reemplaza a la rutina médica.
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