El Plan de Proyecto Humanitario (PPH), firmado por Argentina, el Reino Unido y la Cruz Roja, regula cada detalleEl Plan de Proyecto Humanitario (PPH), firmado por Argentina, el Reino Unido y la Cruz Roja, regula cada detalle
En las próximas semanas comenzará a desplegarse en las islas Malvinas un equipo de avanzada de la misión humanitaria acordada entre la Argentina, el Reino Unido y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con el fin de conocer la identidad de los 123 soldados caídos en el conflicto del Atlántico sur y cuyos restos se guardan en el cementerio de Darwin bajo lápidas sin nombre.
En un documento conocido como Plan de Proyecto Humanitario (PPH), al que tuvo acceso El Cronista, se detallan las condiciones del acuerdo firmado el pasado 20 de diciembre entre el vicecanciller Pedro Villagra Delgado y su contraparte británica, Alan Duncan, para terminar la incertidumbre con que viven las familias de soldados caídos en 1982.
El PPH detalla, en 11 páginas, el método de trabajo que seguirá la Cruz Roja. La dirección del proyecto estará a cargo de un Jefe de Plan Humanitario, a cargo de la coordinación general, y un jefe de la operación forense, que será a su vez jefe adjunto de la misión. Según el artículo 4 del texto, el Gobierno argentino seleccionará dos especialistas puestos a consideración de la Cruz Roja, mientras que el Reino Unido tendrá la misma opción. Los integrantes serán informados en marzo, dos meses antes del inicio de la operación.
Para la realización de la misión, el organismo con sede en Ginebra elaboró un presupuesto que oscila entre los 1.100.000 y 1.400.000 francos suizos. A la cotización del día de ayer, el costo del operativo asciende a $ 22.004.792, que se utilizarán para abonar los análisis de laboratorios, la compra de materiales y equipos, los gastos de misión, alquileres y gastos de transporte y los honorarios de los profesionales, entre otros conceptos. El organismo internacional podrá emitir una ampliación del presupuesto que, al igual que lo ya presupuestado, será financiado por la Argentina y el Reino Unido según fuentes de la Cancillería. Al momento, no se acordó el porcentaje con el que afrontarán los costos de la misión.
La exhumación de los restos y la toma de muestras se extenderá entre junio y septiembre, en un lapso de dos a tres meses que coincide con el invierno austral, ideal para remover el terreno ya que merman las habituales lluvias sobre el archipiélago.
Las tumbas de los soldados argentinos serán exhumadas de a una a la vez, y de allí se extraerán «muestras de tejido esquelético para una prueba de ADN». Inmediatamente tomadas las muestras, los cuerpos serán inhumados «en sus tumbas correspondientes y en féretros apropiados», respetando el estado original de las sepulturas.
Para los fines de la misión se construirá una morgue temporaria en el mismo cementerio de Darwin, instalada sobre contenedores desde los que se realizará el tratamiento de las muestras de tejido y las evidencias conexas. En el documento se advierte que «se necesitará mano de obra local para partes de la excavación y otras etapas de la operación».
Desde Malvinas, el equipo de la Cruz Roja enviará regularmente muestras al laboratorio que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) tiene en Córdoba, donde «se establecerá el perfil de ADN» y «se efectuará la comparación con muestras de referencia de familiares».
A su vez, se seleccionarán muestras de tejido esquelético al azar (10 a 20% de las muestras levantadas) y se las enviarán a la Universidad Central de Lancashire, en Preston, Inglaterra, y a los laboratorios del Servicio de Genética Forense de la Universidad de Santiago de Compostela, España, donde se establecerán los perfiles obtenidos para hacer «una doble comparación cruzada y a ciegas» de los resultados que se obtengan en Córdoba.
En la página 6 del acuerdo, las partes se comprometen a mantener la información en estricto carácter confidencial y solo informar a los familiares sobre los resultados alcanzados. Cada cuerpo exhumado ameritará un informe individual y, al término de ese proceso, se redactará un documento con los datos consolidados.
El PPH advierte que es posible que algunos restos no sean identificables «por la falta de datos ante mortem y/o de muestras de referencia disponibles de los familiares concernidos para una identificación fiable».
El trabajo forense en las islas se desarrollará en total confidencialidad. La comunicación pública estará limitada «a lo mínimo y estrictamente necesario», debido a la sensibilidad del tema. Tampoco se permitirá la presencia de medios de comunicación en el cementerio por lo que se evalúa, durante esos meses, rodear el lugar con vallas para limitar la presencia de personas ajenas a la operación. Solo después de entregado el informe final, la Argentina y el Reino Unido evaluarán si desclasifican alguna información.
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