DOMINGO, 30 de diciembre 2018.- Cada año los argentinos producimos 292 mil toneladas de un particular tipo de desecho urbano: residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Es la consecuencia de la permanente renovación de smartphones, tablets, PCs, TVs y otros equipos que lleva a que cada porteño genere siete kilos de basura electrónica por año, según cifras de la Agencia de Protección Ambiental de CABA. Y aunque convivimos desde hace años con este tipo de desecho, no sabemos qué hacer con ellos, según surge de una reciente encuesta realizada en todo el país que relevó el comportamiento y las opiniones de los argentinos en torno a la temática.

Según el trabajo, realizado por la Fundación UADE y la consultora Voices! Research en mil argentinos mayores de 16 años, uno de cada tres  tiene aparatos electrónicos en desuso en sus hogares sin saber cómo proceder con ellos. “Un tercio de la población conserva basura tecnológica en sus hogares sin saber qué hacer con ella”, le detalló a PERFIL la biotecnóloga Romina Gargarello, coordinadora del Instituto de Tecnología de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Otro punto llamativo del estudio de percepción pública es el de los conceptos esgrimidos por las personas que reconocen tener basura tecnológica y no reciclarla o tratarla en sus hogares. “Las motivaciones centrales giran en torno a dos cuestiones: dicen estar lejos de los centros de tratamiento (35% de menciones) y un significativo desconocimiento de la forma de hacerlo (el 29%)”, destacó Gargarello, que también es profesora de Gestión Ambiental en la Universidad. Doble impacto. En la ciudad de Buenos Aires existen puntos verdes donde los porteños pueden acercar sus materiales reciclables.

Además, hay un punto verde móvil que recorre los barrios para recolectar los RAEE. Se puede conocer el cronograma a través de la web: http://www.buenosaires.gob.ar/agenciaambiental/puntos-verdes/punto-verde-movil.

“Desde 2015, a través de una veintena de puntos verdes específicos de recolección, la Ciudad ya juntó 613 toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso”, le resumieron a PERFIL desde la Agencia de Protección Ambiental. Y recordaron que “este reciclado genera un doble impacto positivo: permite reducir el efecto que producen en el ambiente al degradarse en basurales pero también recuperar metales y materiales escasos y cuya obtención, a través de la minería tradicional, también genera impacto ambiental”.

Según Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente de la Ciudad, “el programa trabaja bajo la lógica de la economía circular: cada material recuperado se transforma y se devuelve a la industria para ser reutilizado. Con los aparatos eléctricos y electrónicos aplicamos este concepto, y hasta se fabrican baldosas con algunos de los componentes reutilizados extraídos de estos residuos”.

Lo que actualmente reciclan son todo tipo de aparatos de informática y comunicación: desde netbooks a celulares con sus accesorios. Y también cámaras de foto y video, radios, teclados, controles remotos, consolas y videojuegos, auriculares, monitores de PC.

Y muchos electrodomésticos como planchas, licuadoras, planchitas de pelo, secadores de pelo, depiladoras y afeitadoras, tostadoras  y herramientas eléctricas. Finalmente, Gargarello destacó que la encuesta refleja que en la gente hay gran avidez por tener más datos sobre qué hacer para disponer de este tipo de residuos.

“Vemos que la gente percibe que hay poco conocimiento, pero sí tienen conciencia de que hay elementos contaminantes en sus casas y les gustaría saber cómo disponer de ellos en forma apropiada”.

F: Perfil

Comentario de Facebook