MARTES, 18 de septiembre 2018.- Deben ser muy pocos los argentinos que no tienen a las Malvinas y todo lo que ocurre en los medios alrededor de ellas de manera presente. Como en la política, en las relaciones internacionales no todo es lo mismo. Por eso, como un candidato no representa a toda la gente y un partido no es el Estado un tratado no es lo mismo que una cumbre.
En estos días leí y escuché como llamaban «acuerdo» a aquellas declaraciones que se volcaron a un comunicado conjunto, producto de un encuentro diplomático entre nuestro entonces Vicecanciller Foradori y el Ministro Duncan. En esa oportunidad se revisaron los temas de la agenda bilateral. Un comunicado conjunto no establece obligaciones ni tiene carácter vinculante por eso creo que es importante desmentirlo.
Desde el fin de guerra de Malvinas se concretaron una serie de encuentros y acuerdos que establecen algunos parámetros. Estos nos protegen y permiten la cooperación entre ambos gobiernos en temáticas como vuelos, pesca e hidrocarburos sin que esto implique reconocer la soberanía del otro sobre las Islas ni mucho menos un cambio de posición.
En el derecho internacional lo pactado obliga por tanto estos acuerdos deben cumplirse. Es un límite que ninguna de las dos partes puede romper y no se menciona ningún cambio en la posición de la República Argentina en torno a la soberanía sobre Malvinas.
Desde el año 1965 en adelante no han cambiado los principios básicos. Solo cambia el énfasis y la prioridad que cada gobierno quiere pero siempre persiguiendo un mismo fin: la recuperación de las Islas.
Los argentinos tenemos que entender que la cuestión no se resuelve con chicanas o prohibiendo amarrar barcos ingleses en nuestros puertos.
Se resuelve en el ámbito bilateral con el Reino Unido y multilateral, en ONU, OEA y otros foros.
Es decir que desde lo bilateral se trabaja para reconstruir un clima de confianza progresivo para que a mediano plazo podamos discutir las condiciones de soberanía. Mientras que en lo multilateral se trata que la comunidad internacional reconozca que hay una disputa de soberanía y reconozca que el derecho sobre las Islas es nuestro.
No es un dato menor, que este Gobierno ha reiniciado las negociaciones bilaterales después de 14 años!!!
También he escuchado el reclamo ante la participación de isleños en, por ejemplo, el subcomité de pesca reunido este año. La realidad es que ellos han participado desde 1971 como parte de la delegación británica y no como “pueblo”.
En cuanto al establecer vuelos adicionales con escala en Argentina Continental y la conservación de recursos pesqueros en el Atlántico Sur en el año 2012 Cristina F. de Kirchner buscó una estrategia parecida pero fracasó precisamente por la mala relación que se tenía con el Reino Unido.
A través de un análisis conjunto se llegó en 2016 a establecer un vuelo adicional, con dos escalas obligatorias en territorio continental. Sin nuestra autorización esos vuelos no podrían hacerse.
Si nos referimos a la pesca, lo único que hay es un comité dedicado a la conservación de las especies donde se trata de acordar cuando abrir o cerrar la temporada y por ejemplo el máximo de captura pero no se tratan temas administrativos. No estamos dando rienda suelta a que pesquen cuanto quieran. Esa es otra mentira!
En el tema hidrocarburos se mantiene la legislación vigente, todo permiso de exploración y explotación en la plataforma debe ser con legislación argentina y establece sanciones. Esto sigue igual. Tampoco se modificó!
Como ciudadanos comprometidos con nuestra causa Malvinas, debemos estar a la altura y no hacernos eco de información de fuentes dudosas o manipuladas. El tenor
que se le atribuye al comunicado conjunto es erróneo.
No nos dejemos engañar ni dejemos que politicen nuestra historia, jugando con la memoria de nuestros caídos y faltándole el respeto a nuestros héroes, utilizando este tema con otros intereses que nada tienen que ver con su esencia. La Cuestión Malvinas nunca va a dejar de ser uno de los pilares fundamentales de nuestra política exterior.
Lo único que puede variar es la estrategia: o se va con hostilidad o se busca el diálogo y el entendimiento. Nosotros vamos a trabajar en eso, para crear las condiciones para poder avanzar en la recuperación de nuestras queridas Islas Malvinas!
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